No es sorpresa que las bebidas alcohólicas, particularmente los cócteles, fueran considerados en la historia como recetas médicas para curar o prevenir enfermedades como el escorbuto y cólera, entre otras… y así nació el mojito

También vale la pena explicarles que en aquellos tiempos, los destilados eran más bien versiones muy primitivas que seguramente tenían sabores difíciles de beber, por lo cual no había de otra más que agregarle menjurjes e ingredientes para sortear los malos tragos.

Por allá en el caribe, tanto piratas como altos mandos y funcionarios navales ya estaban preparando las primeras versiones del mojito, que consistía en una mezcla de aguardiente, agua, menta y azúcar para inhibir ese mal sabor del aguardiente. Recordemos que era una bebida que usaban para prevenirse de malestares.

Pasaron los años, y el escritor Ernest Hemingway fue uno de los autores intelectuales que materializaron el concepto del Mojito cubano que hoy conocemos, y que es además una receta increíblemente versátil.

¿Porqué un mojito es una buena elección pedirlo en mi evento?

Vamos a ser muy realistas y honestos al respecto… el mojito es un cóctel clásico que funciona perfecto para llamar la atención por su apariencia, y además es uno de los tragos más baratos de preparar.

Además también es posible su preparación con otros ingredientes, como frutos rojos, piña o mango. Seguramente los bartenders puristas nos lanzarían tomates por lo recién escrito, y nos dirían que entonces no es un mojito… pero recordemos que un buen trago se disfruta por su sabor, no su nombre ni receta. Siempre y cuando esté bien balanceado.

Ahora que si quieres ponerte creativ@ y sorprender un poquito a tus invitados, esta receta funciona también súper bien con mezcal… sí, leíste bien: Mezcal.

Recordemos que prácticamente el alma de todos los cócteles son el equilibrio entre lo dulce, amargo y el grado alcohólico que lleve la bebida. Por lo tanto crear un mojito en donde el destilado que participe sea el mezcal, no suena tan descabellado…. Pruébalo, es posible que te guste más que el original.

Te dejamos la receta original:

Un buen mojito debe llevar:

• 2 onzas de Habana Club, no es un must que sea esa marca, pero sí lo hará más auténtico, por ser un ron cubano muy rico, por cierto.
• 8 hojas de hierbabuena
• 3 hojitas de menta
• 2 cucharadas de azúcar blanca
• 1/2 onza de jugo de limón
• Medio limón sin corteza
• Hielo picado
• Agua mineral

¿Cómo se hace?

El éxito o fracaso de un buen mojito, es sin duda las hojas de menta y hierbabuena, pues ellas brindan la frescura, aroma y vista irresistible de este trago. PERO CUIDADO en ponerle demasiadas, o en maltratarlas. Pues si pones demasiadas, le darás un trago a una ensalada con ron; y si están maltratadas, los aromas y aceites podrían afectar su sabor por completo.

Otro de los factores principales para la preparación original de esta receta, es que básicamente mientras menos agua mineral uses al final, significa que mejor hiciste la receta…. dicho lo anterior, vamos con el paso a paso:

• Pones el azúcar en un vaso boston previamente enfriado.
• Agregas el jugo de limón, y con la bailarina, diluyes por completo el azúcar. Tener este kit básico en casa hará la diferencia para preparar tus tragos favoritos.
• Golpeas las ramitas para liberar sus aromas, y los avientas al fondo del vaso.
• Agregas el limón sin corteza, y con el mortero aprietas el limón para que suelte jugos, teniendo cuidado de no maltratar las hojas.
• Sirves el ron.
• Añades el hielo picado. El hielo picado es básicamente el que le dará esta dilución que necesitamos para que no le metamos muchísima agua mineral. Por lo tanto es importante que mientras vamos preparando todo, con una «bailarina» (Una cucharita pequeña con la que mezclamos), vayamos dando una que otra agitada, y ¡Voilá!
• Rellenas con agua mineral. Si no hay agua mineral, puedes dejar que el mismo hielo vaya derritiéndose y diluyéndose… pero de ningún modo agregues otro líquido.
• Puedes decorar con hierbabuena, rodajas de limón y un popote de bambú como estos.

¡Salud!